Ya queda menos para el verano. Dentro de unas semanas, ya podremos disfrutar de unas ansiadas vacaciones. Eso sí, también es una época en la que el calor que hace sea muy agobiante, ¡y más en nuestro país! Ya sabéis a qué nos referimos, a olas con máximas de 40º.

Cuando el calor aprieta, está más que claro que uno de nuestros mejores aliados en el hogar, como en la oficina, es el aire acondicionado.

Ahora bien, cuando encendemos el aire acondicionado, siempre surge la misma pregunta: ¿a qué temperatura se debe de poner el aire acondicionado? No en vano, sobre todo cuando es en la oficina, se trata de un tema de conflicto. Esto es algo muy normal, puesto que hay personas que son más frioleras y otras que no lo son tanto. Cada uno de nosotros tenemos una sensibilidad térmica muy particular.

Es decir, objetivamente nunca vamos a saber una temperatura oficial, pero sí una horquilla que habría que respetar por diferentes cuestiones. Así, además de nuestro bienestar, hay que pensar en aspectos como el consumo energético y su correspondiente factura, además del rendimiento adecuado del propio aparato.

Desde JMM, gracias a nuestra experiencia en el mantenimiento de aires acondicionados, así como su instalación, os queremos hablar de la temperatura adecuada en el hogar y en la oficina.

Temperatura del Aire Acondicionado en la Oficina

Como ya hemos comentado, la temperatura del aire acondicionado en la oficina no está exento de polémica. Es lo habitual cuando se juntan bastantes personas. En este tipo de casos, sí que hay un intervalo regulado oficialmente, debido a que hablamos de un entorno laboral.

Establecido en el Real Decreto 1826/2009 del Reglamento de Instalaciones Térmicas, en el apartado de valores límite de las temperaturas del aire (I.T. 3.8.2.), se establece que “la temperatura del aire en recintos calefactados no será superior a 21ºC y que en los recintos refrigerados no será superior a los 26ºC”. Dicho de otra manera, en verano no debe ser inferior de los 21ºC ni superar los 26ºC en invierno. Todo ello en entornos de humedad que se encuentren entre el 30% y el 70%.

Esta orientación en el verano nos marca únicamente el límite: no bajar de los 21ºC. Sobre todo si nos centramos en los entornos laborales, la recomendación más concreta la aporta el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). El instituto marca una horquilla de entre 23ºC y 26ºC.

Temperatura del Aire Acondicionado en el Hogar

Vale, ya tenemos un baremo adecuado, desde una perspectivas saludable. Un intervalo que se podría trasladar al hogar. En este sentido, hay que tener una serie de consideraciones.

En primer lugar, la diferencia entre el interior de la casa y el exterior no debe de ser superior a los 12ºC. Esta norma es de especial importancia si vamos a salir a la calle en algún momento, puesto que aumentan las probabilidades de sufrir un golpe de calor.

Otro de los aspectos más importantes de la temperatura tiene que ver con el consumo eléctrico y la posterior factura eléctrica, la cual puede llegar a ser muy importante. Además de un consumo responsable, hay que tener en cuenta que cada grado de diferencia implica un 8% más de gasto.

En este artículo, os damos una serie de recomendaciones para poder ahorrar con el aire acondicionado, ¡échale un vistazo!

De la misma forma, hay que tener en cuenta una serie de aspectos relativos a la orientación de cada una de las estancias del hogar. Por ejemplo, si hablamos de un salón de grandes ventanas y con una gran cantidad de luz solar a lo largo del día.

En este caso, habrá que optar con temperaturas más bajas a la hora de poner el aire acondicionado, entre los 21 y los 23ºC. Por contra, si es una habitación “más fresca”, lo recomendable se sitúa entre los 24 y 26ºC.

Como puedes ver, la temperatura orientativa varía según la estancia en la que nos encontremos. Por último, recordad no abusar del aire acondicionado. No es nada saludable y puede suponer un coste muy importante en la factura de la luz.